Política y Economía | Dicha ley contemplaba la recomposición salarial para médicos, residentes y personal de la salud, así como la provisión de insumos críticos para el Hospital Garrahan.
Tal como lo había anticipado el Presidente Javier Milei vetó la Ley de Emergencia Pediátrica, una norma que había sido aprobada por el Congreso y que buscaba reforzar el financiamiento del Hospital Garrahan.
La iniciativa contemplaba mejoras salariales para médicos, residentes y personal de la salud, además de garantizar insumos críticos para el funcionamiento de la institución.
La decisión del Ejecutivo desató un fuerte cruce político y encendió la alarma entre los gremios sanitarios, que ya evalúan medidas de fuerza.
Desde la oposición, legisladores señalaron que el veto representa “un golpe directo a la salud pública” y denunciaron que el Gobierno prioriza el ajuste fiscal por sobre la atención de niños y adolescentes.
Los sindicatos del sector manifestaron su indignación y advirtieron que la medida desconoce reclamos históricos, como la recomposición salarial y la provisión adecuada de recursos hospitalarios.
En los próximos días, se esperan anuncios de protestas y movilizaciones en rechazo a la decisión presidencial.
Fuentes oficiales remarcan la necesidad de contener el gasto público en el marco del programa de equilibrio fiscal.
Mientras tanto, el Garrahan y la situación de la salud pediátrica se ubican en el centro del debate político y social.
