Mama Antula fue proclamada beata

María Antonia de San José, más conocida como Mama Antula, fue proclamada hoy beata en una multitudinaria celebración de Santiago del Estero, por el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y enviado especial del Papa Francisco. "Concedemos la facultad de que la venerable sierva de Dios María Antonia de San José, María Antonia Paz y Figueroa, virgen, fundadora de la Casa de Ejercicios Espirituales en la ciudad de Buenos Aires, dócil instrumento de la misericordia, asidua misionera en el servicio del Evangelio, sea llamada beata de ahora en adelante", leyó el purpurado en italiano y luego en español el Obispo de Añatuya, Monseñor José Melitón Chávez. El Cardenal Amato indicó, además, que el Papa estableció que la fiesta litúrgica en honor de la laica consagrada santiagueña sea el 7 de marzo, fecha de su fallecimiento, en los lugares y modos establecidos. A las 11:48 una gigantografía con la imagen de la beata Mama Antula fue desplegada en el altar, en medio de vítores y aplausos de miles de fieles reunidos en la Plazoleta Gerardo Sueldo, de la capital provincial, donde se llevó a cabo la ceremonia con una frase de la laica consagrada como lema: “Llegar hasta donde Dios no sea conocido, para hacerlo conocido”. “Le damos las gracias al papa Francisco por haber proclamada beata a la sierva de Dios María Antonia de San José”, dijo el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, Cardenal Mario Aurelio Poli. El Papa Francisco se unió a esta fiesta religiosa con un mensaje, que fue leído por un sacerdote santiagueño, en el que dio gracias a Dios por haber bendecido vuestra tierra con esta mujer valiente, plena de amor a Jesucristo, y que nos señala el camino, el único de salvación”. “Le pido a ella que los bendiga a todos ustedes y los haga crecer en el amor de Dios y en amor entre ustedes”, agregó y como es habitual pidió rezar por él. El Cardenal Poli y el Obispo Vicente Bokalic Iglic CM (Santiago del Estero) solicitaron al enviado papal la inscripción de Mama Antula en el libro de los beatos, mientras que Silvia Correarle, postuladora de la causa, y la hermana Zulema Zayas, superiora de la congregación Hijas del Divino Salvador, hicieron una semblanza de su vida. Al terminar el ritual de beatificación, se acercó hasta el altar una imagen del Niño Jesús Pasionario, que Mama Antula llamaba “El Manuelito” y llevaba en sus peregrinaciones y a los ejercicios espirituales ignacianos. En la homilía de la misa, el Cardenal Amato definió a Mama Antula como “una incansable misionera en la formación de los laicos y de los sacerdotes mediante la práctica de los ejercicios espirituales de san Ignacio de Loyola", y destacó que su aposlado "superaba el de muchos sacerdotes". El purpurado dijo que la base del apostolado de Mama Antula era la confianza en la Providencia para que a los participantes de los ejercicios espirituales, como aseguraron sus testigos, "no les faltara nada". "Era una enamorada de Jesucristo y alimentada la devoción al Niño Jesús, al que llama El Manuelito", agregó y señaló que "lograba entrar en las cárceles para convertir y santificar esas almas extraviadas". El cardenal Amato invitó a poner la figura de esta "gigantesca" mujer junto al Cura Brochero, quien será canonizado el 16 de octubre por el Papa. "Al lado del Cura Brochero es otra joya preciosa de la corona de los santos argentinos que han sido misioneros incansables del Evangelio", sostuvo. En tanto, Monseñor Bokakic ofreció un mensaje final en el que reivindicó el papel de la mujer en la sociedad, donde -advirtió- muchas veces es “reducida a la esclavitud”, y reclamó con urgencia una “presencia femenina más capilar en la Iglesia”. El prelado le agradeció al Papa que la celebración se haya hecho en Santiago del Estero y por "despertarnos y alentarnos a conocer a Mama Antula, quien se dejó moldear como un algarrobo santiagueño por las manos de Dios". "Mama Antula, como la llamaron los pueblos originarios, la madre que invita y acerca con bondad a no quedarnos, a salir como salió ella y estar cerca de pobres, desalentados, de los que no tienen esperanza o fueron olvidados por nuestra sociedad”, subrayó. Las autoridades provinciales estimaron que unas 35.000 personas llegaron hasta Santiago del Estero para participar de la ceremonia religiosa, entre unos 40 obispos y 500 sacerdotes. La misa, presidida por el Cardenal Amato, tuvo como concelebrantes principales a Monseñor Bokalic, al Cardenal Poli, al Cardenal Luis Villalba (emérito de Tucumán), a Monseñor José María Arancedo (Santa Fe de la Vera Cruz y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina) y Monseñor Melitón Chávez. Asimismo, asistieron la Vicepresidente Gabriela Michelli, quien leyó la segunda lectura durante la celebración, la Gobernador santiagueña Claudia Ledesma Abdala, su esposo el Senador nacional Gerardo Zamora, y otras autoridades provinciales. Fuente: AICA.