Economía | El salario real creció por segundo mes consecutivo en abril, pero lejos estuvo de recuperar los niveles previos a la asunción del presidente Javier Milei, según el informe que difundió la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad respecto a la variación de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte).
El relevamiento precisó que el Ripte avanzó 16,1% hasta los $819.51,72 en abril contra una inflación que fue del 8,8% en el mismo período.
Sin embargo, desde noviembre de 2023 los salarios se ajustaron en un 83%, mientras que los precios subieron casi 107% en el mismo período.
Esto equivale a un deterioro del 11% en los ingresos reales de los trabajadores en los últimos meses.
Especialistas aclararon que el Ripte suele ser el indicador menos confiable para monitorear el ritmo salarial, debido a que no capta los conceptos no remunerativos, que hoy tienen un peso muy importante en muchos convenios colectivos.
A diferencia del Sistema Integrado Previsional Argentino (Sipa), el Ripte no usa como referencia información de salarios brutos o netos, sino que surge de la base considerada para los aportes de la seguridad social, que hoy tienen un tope que se actualiza cada tres meses.
Esto último produjo que en los primeros meses del año los aumentos del Ripte sean bastante inferiores a los que mostraban el Sipa o el índice de salarios del INDEC.
En abril, con el ajuste en las jubilaciones, esta situación puede llegar a modificarse.
El Ripte se define como la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (Sipa) que perciben los trabajadores que se encuentran bajo relación de dependencia y que han sido declarados en forma continua durante los últimos 13 meses.
Las variaciones de la Ripte intervienen en el cálculo de la movilidad jubilatoria (en julio esto deja de regir) del Régimen General del Sistema Integrado Previsional Argentino (Sipa) y en el cálculo de las indemnizaciones por accidentes de trabajo.
