Martes 15 de Octubre de 2019, 10:16

Dimite el jefe de seguridad del Vaticano

Política | Domenico Giani llevaba veinte años sirviendo a Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco y dimitió tras la filtración de informaciones sobre fraudes en la Santa Sede.


El Papa Francisco aceptó la renuncia de su jefe de seguridad, el Comandante de la Gendarmería Vaticana Domenico Giani, investigado por la filtración a la prensa de información sobre una investigación por posible fraude financiero contra cinco funcionarios de la Santa Sede. El pontífice decidió aceptar la salida de Giani después de que se difundiera en los medios una orden de la Gendarmería, que debía permanecer reservada, sobre la prohibición de ingreso al Vaticano de cinco funcionarios que están bajo investigación por posibles maniobras fraudulentas contra el banco de la Santa Sede, el denominado IOR. Para Francisco, la difusión de las caras de los investigados constituyó un hecho "grave como un pecado mortal", según dijo este fin de semana su vocero Matteo Bruni, ya que no se respetaba la presunción de inocencia. A inicios de octubre, varios medios italianos reprodujeron una orden vaticana que prohibía la entrada a Tommaso Di Ruzza, Mauro Carlino, Vincenzo Mauriello, Fabrizio Tirabassi, y Caterina Sansone, quienes se encuentran bajo investigación de la Justicia vaticana por un supuesto fraude en operaciones inmobiliarias con dinero de la Santa Sede. En ese marco, según un comunicado del Vaticano, Giani renunció "para asegurar la debida serenidad a la investigación en curso, coordinada por el Promotor de Justicia y realizada por el Cuerpo de Gendarmería, ya que el autor de la divulgación externa de la orden confidencial, reservada a los pertenecientes al Cuerpo de la Gendarmería y de la Guardia Pontificia Suiza, sigue siendo desconocido". En el comunicado, se recalca que Giani no tiene "ninguna responsabilidad personal en el desarrollo de los acontecimientos". Así, el Vaticano sugiere que Giani no estaba al tanto de la filtración o que fue una jugada de subalternos para perjudicarlo. Al aceptar su salida, Francisco caracterizó su renuncia como una "expresión de libertad y sensibilidad responsabilidad institucional" y recordó "los veinte años de fidelidad y lealtad incuestionables", según la Santa Sede.