PAPELERAS | La llegada de unos 1.000 operarios procedentes de Europa oriental para incorporarse a la planta de operarios de la empresa Botnia, que construye su papelera en Fray Bentos, despertó la sorpresa en la Unión Nacional de Trabajadores Metalúrgicos, Ramas y Afines de Uruguay. Los trabajadores europeos permanecerían entre noviembre y febrero de 2007, tiempo en el cual colaborarían en la formación de especialistas uruguayos.
La noticia fue confirmada por Hannu Ketola, senior manager de Botnia, quien señaló que la mano de obra uruguaya “es buena”, pero falta capacitación tecnológica, por lo que sostuvo que la empresa está preparando trabajadores en Uruguay, pero ante la necesidad de contar en plazos perentorios con personal capacitado en breve estarán llegando 1.000 operarios procedentes de Europa del Este. Estos operarios llegarán a mediados de noviembre y se estima que permanecerán hasta febrero. Con posterioridad a esta fecha Botnia contará con técnicos formados en Uruguay, lo que hará innecesario el concurso de trabajadores especializados en el exterior. Ketola recordó que Botnia invirtió 1.000 millones de euros en este proyecto y estima que le llevará aproximadamente diez años recuperar su inversión.
El anuncio de la contratación de mano de obra extranjera para trabajar en la planta de pasta de celulosa que Botnia construye en Uruguay ha despertado una férrea resistencia sindical, ya que el gremio de los metalúrgicos aseguró que “el movimiento sindical no va a permitir que lleguen trabajadores de otras partes para trabajar acá”, al tiempo que exigió la intervención del Estado, según publicó el diario uruguayo Últimas Noticias.
Las razones de la negativa tienen que ver con que “hay un montón de trabajadores de nuestro pueblo sin trabajo, y encima ellos van a traer gente por otro lado a cumplir funciones en una zona franca, para encima poder exonerar aportes. Nosotros no vamos a permitir que se violen las normas”, y recordó que “hay un compromiso de generación de puestos de trabajo. Cuando el gobierno habla de país productivo, es en función de generar puestos de trabajo. Entonces, esto no debería permitirse”.
Ante esta posibilidad, la gremial de los metalúrgicos uruguayos ratificó que “el movimiento sindical se va a ‘parar de punta’, no hay problema. Pero también debería hacerlo el propio Estado uruguayo, porque se le entrega un territorio a una empresa para que genere puestos de trabajo y después trae gente del exterior. Esto no es correcto”.
Fuente: Análisis Digital.
