| La selección de Togo pagó un alto precio por su amago de huelga. Había amenazado a la Federación de su país y a la FIFA con no presentarse al partido ante Suiza si no cobraba una deuda de 50.000 euros y, sin saberlo, firmó su "sentencia de muerte".
El árbitro designado por la FIFA, el paraguayo Carlos Amarilla, dejó sin señalar dos penales claros sobre Emmanuel Adebayor, sobre todo el segundo, y certificó la "defunción" del modesto equipo africano. ¿Cacicada o simplemente injusticia?
La siempre neutral Suiza pasó de líos y fue a lo suyo. Una actitud irreprochable en cualquier caso. El equipo helvético, que lidera el grupo G con los mismos puntos que Corea del Sur, aprovechó los regalos arbitrales y se adjudicó el triunfo (0-2) con un gol de Alexander Frei al cuarto de hora y otro de Tranquillo Barnetta en los últimos minutos, después de muchos apuros.
Frei culminó una jugada de su equipo por la izquierda al empujar el balón en la misma línea de gol, mientras que Barnetta, que había dado el pase del 0-1, aprovechó una asistencia de Lustrinelli para firmar el 0-2. Mohamed Kader, al menos en dos ocasiones, y Thomas Dossevi rondaron el gol del empate, pero el drama se cebó con los togoleses.
Cinco minutos antes del 0-1, Muller había cometido penalti al agarrar por el brazo a Adebayor, que aun así logró rematar de cabeza. El joven delantero del Arsenal, todo un ídolo en su país pese a su escasa experiencia y a sus 22 años, se quejó con ostentosos gestos, pero el colegiado reaccionó con indiferencia.
Con pasividad volvió a actuar el árbitro cuando el mismo defensa derribó a Adebayor poco antes del descanso. Muller zancadilleó al delantero togolés cuando éste ya le había superado y progresaba dentro del área, pero esta vez las súplicas de Togo tampoco conmovieron al árbitro. Los huelguistas ya no son un incordio para la FIFA. Sí para Francia, que se jugará la clasificación contra Togo en la última jornada de la primera fase.
Fuente: El Mundo (España).
