| El equipo de Ramón Cabrero superó 1 a 0 al conjunto platensa, con un gol marcado por Santiago Biglieri, a los 7 minutos del segundo tiempo. El partido se jugó a puertas cerradas, pero en las vías, detrás de la cancha, hubo unos diez hinchas observando el encuentro.
“Salimos”. “Tranquilo Cristian (Fabbiani)”. “Cubrime”. “Vamos presionen”. “Dale”. Esas fueron los gritos de los jugadores, sobre todo de los arqueros, dentro de la cancha. Esos gritos siempre dicen presente en cada partido, pero por lo general no se escuchan, por la presencia del público.
Una situación muy extraña para el fútbol de primera, porque en el ascenso son muchos los partidos que se juegan a puertas cerradas en los últimos tiempos, algo que seguramente afectó a los futbolistas, a los protagonistas del aburrido partido que disputaron en los primeros 45 minutos Gimnasia y Lanús.
En los primeros minutos Lanús se hizo dueño de la pelota y Cristian Fabbiani estuvo cerca del gol, pegando un remate en el palo derecho del arco de Gimnasia.
A los 31 minutos se produjo la situación más clara para Gimnasia y Esgrima La Plata, con un tiro libre ejecutado por Jorge San Esteban, que pegó en el palo, a centímetros del ángulo derecho, arriba, defendido por Carlos Bossio.
En la segunda etapa pareció salir el que hizo las veces de local en la cancha de Arsenal, Gimnasia más decidido, buscando presionar más arriba, tratando de inquietar a Bossio.
Sin embargo, fue Lanús quien consiguió el primer gol del partido, a través de Santiago Biglieri, quien luego de un pase perfecto de Fabbiani no falló cuando tuvo que enfrentarse con el arquero “tripero”.
A partir del tanto Lanús se quedó, pero Gimnasia no tuvo respuestas ni desde lo futbolístico ni de lo anímico, menos después de que a los 37 minutos el uruguayo Santiago Silva erró un penal (pegó en el travesaño)
Lanús tuvo chances, de contra, para ampliar el marcador, porque Gimnasia dejó espacios, pero la diferencia mínima, era el resultado que se merecían los granates y el partido.
Fuente: Télam.
