OH REY DEL MUNDO ES ARGENTINO!!!

Boca le ganó 2-0 a Gremio, con dos goles de Juan Román Riquelme, y gritó otra vez campeón, otra vez campeón de América. En Porto Alegre sumó su sexta Copa Libertadores, ante una multitud de brasileños y un puñado de argentinos, que fueron agredidos antes del comienzo del partido, pero que gozaron de otro logro del conjunto de la ribera. En la solidez de su defensa, con Daniel Díaz como estandarte, y en la enorme categoría de Juan Román Riquelme, el mejor jugador argentino de la actualidad, Boca justificó otro título. En la primera final Boca había ganado 3-0 y Gremio debía marcar esa cantidad de goles para llevar el partido a un alargue, pero los brasileños fueron todo impotencia y terminaron perdiendo ante su gente. En los primeros minutos del partido los brasileños, como se esperaba, salieron con todo, porque deben remontar el 0-3 sufrido en La Bombonera. Pero los embates del Gremio no lastimaron a Boca, que las veces que entró en contacto con la pelota Juan Román Riquelme insinuó peligro, aunque no generó situaciones de gol. En la primera etapa los locales sólo llegaron a inquietar algo a Boca con jugadas asiladas, que terminaron con centros al área, que culminaron con remates sin problemas para Mauricio Caranta. Con el correr de los minutos los locales comenzaron a perder la paciencia, les comenzó a ganar el nerviosismo, más cuando Riquelme comenzó en serio a manejar los hilos del conjunto de la ribera. Como en Japón, hace siete años, cuando el Boca de Carlos Bianchi ganaba la Copa Intercontinental venciendo a Real Madrid, el diez del equipo de Russo se hizo dueño de la pelota, pisándola y habilitando en forma precisa a sus compañeros, como a los 25 minutos de la primera etapa, cuando dejó solo con el arquero a Rodrigo Palacio, pero el delantero que más goles yerra en Argentina no pudo definir la historia. Los minutos pasaban y Gremio entró en tal desesperación, que ni siquiera cruzaban la mitad de cancha con peligro y Boca terminó la primera etapa mucho mejor parado que los brasileños, que faltando cinco minutos tuvieron su única chance de gol, con un remate de Diego Souza, que pegó en el travesaño. El segundo tiempo arrancó como el primero, con los brasileños apretando y haciendo figura al “Cata” Díaz, que mostró porque Alfio Basile lo llevará a jugar la Copa América, en Venezuela. Gremio sólo con jugadas con pelota parada generó peligro y a los 4 minutos de la parte final tuvo en su cabeza el gol un ex Boca, Rolando Schiavi, pero el palo evitó que los brasileños se pusieran en ventaja. A partir de esa situación perdida, Gremio se desmoronó futbolísticamente y sobre todo desde lo anímico, porque ya no llegó al arco de Caranta y todo pasó a ser de Boca. Y la frutilla del postre fue el golazo de Riquelme, a los 24 minutos del segundo tiempo, quien con un remate cruzado, desde unos 30 metros, venció el esfuerzo estéril de Sebastián Saja. Si Gremio no podía marcar un gol, menos cuatro, y menos cinco, después de que Riquelme marcara el tercero. Con el 2-0 sólo quedó tiempo para que Martín Palermo marrara otro penal.