Lanús empató en México y se despidió de la

Lanús lo buscó en el segundo tiempo y por momentos creyó que la hazaña era posible, pero no le alcanzó. El 0-3 en la ida fue suficiente castigo para decretar la eliminación en cuartos de final. Un consuelo: el Granate logró lavar la imagen que dejó en la catastrófica caída en Guidi y Arias. El 2-2 en México clasificó a Pachuca, que en la antesala de la final se las verá con Atlético Paranaense, de Brasil. La confianza de Lanús fue creciendo con el correr de los minutos, en la medida de sus posibilidades y aciertos. Arrancó en cero, a punto tal que además de las adelantadas ausencias de Aguirre, Leto y Romero (se quedaron en Buenos Aires para recuperarse de sus lesiones), el técnico Cabrero resolvió dejar en el banco a valores tales como Archubi, Velázquez y Graieb, en una señal que la clasificación se percibía utópica. La respuesta fue la inclusión de tres delanteros (Acosta, Biglieri y Graf) desde el arranque. Así y todo, el Granate se mostró muy tierno durante la primera parte. Casi resignado, se dedicó a esperar a Pachuca y apenas dispuso de una chance para marcar: desde una inmejorable posición, Fritzler (salió lastimado en la rodilla en el entretiempo) la tiró muy arriba. La mano cambió en la segunda parte. A los 9, Valeri le dio crédito a la ilusión de Lanús con un hermoso zapatazo desde afuera del área. Y aunque dos minutos más tarde el argentino Christian Giménez igualó con un tiro rasante que pasó por entre las piernas de Bossio, el Granate no se cayó y siguió intentando. El premio llegó de la mano de Graf, quien a los 17 aprovechó un rebote cedido por calero tras un remate de Biglieri y la empujó al gol. Con la ventaja de 2-1, Lanús tuvo dos chances clarísimas para quedar a un gol de la hazaña. No puso ser. El zurdazo de Graf se fue apenas desviado y Biglieri cabeceó mal solo, de frente al arco. Damián Alvarez evitó la derrota local en el tercer minuto de descuento. El Granate ya lo había lamentado mucho antes. Fuente: Télam.