Fútbol | El Mundial de Rusia 2018 será el primero de la historia del fútbol que cuente con videoarbitraje (VAR), después de que la International Football Association Board (IFAB) lo aprobara de forma unánime.
La FIFA dará la luz verde definitiva en dos semanas durante la reunión de su Consejo en Bogotá. Será apenas un trámite, ya que el ente rector del fútbol mundial fue el principal impulsor del VAR.
"El fútbol entra en una nueva era", proclamó la IFAB, el organismo encargado de velar por las reglas del juego, tras la reunión de hoy en Zúrich. "El VAR ayudará a aumentar la integridad y la justicia".
La asamblea de la IFAB se celebró en la sede de la FIFA en Suiza y en ella participó Gianni Infantino, presidente de la FIFA. El helvético viajará dentro de dos semanas a Bogotá, donde la federación internacional se reunirá el 15 y el 16 de marzo.
La FIFA ya introdujo el detector automático de goles en el Mundial de Brasil 2014 para evitar goles fantasma. Con el VAR, sin embargo, irá un paso más allá en Rusia. La Copa del mundo 2018 se celebrará del 14 de junio al 15 de julio.
El videoarbitraje se aplica de la siguiente manera: si hay dudas en una jugada decisiva, el árbitro principal puede recurrir a sus asistentes de video o bien pueden ser estos los que alerten al juez del césped. Entonces, el partido se para mientras que los asistentes de video examinan las imágenes grabadas e informan al árbitro mediante un sistema de audio de lo que están viendo en pantalla.
No obstante, la decisión final estará siempre en el silbato del árbitro principal. Éste tomará la decisión tras ver el video en una pantalla situada a pie de campo o basándose en la información que le han comunicado los asistentes de video.
Hasta ahora, la FIFA reconoce cuatro supuestos o jugadas decisivas en las que se puede aplicar el VAR: goles, penales, tarjetas rojas o confusión de identidad.
La FIFA ya probó el sistema en varias competiciones, como el Mundial de Clubes, el Mundial Sub 20 o la Copa Confederaciones. Ayudó a evitar grandes errores, pero generó una gran confusión entre los aficionados. Por su aplicación, por el criterio del árbitro y, sobre todo, por el tiempo que se emplea en tomar la decisión. Se han dado casos de jugadores que han celebrado un gol para minutos después verlo anulado.
