| El campeón se recuperó con todo de la derrota ante Boca y volvió al triunfo gracias a los goles de Mosquera (PT 19m) y Pavone (ST 26m). Los de Simeone fueron oportunos y se metieron de nuevo en la pelea: con un partido más, quedaron a dos unidades de la punta. El local sufrió la expulsión de Schmidt.
Se nota que Estudiantes es el campeón. Que es un equipo, en el más amplio sentido de la palabra. Y que una derrota no le iba a nublar el Norte. El equipo de Simeone fue al Sur decidido a enderezar el rumbo y meterse de nuevo en la pelea. Y lo logró porque tuvo ambición y eficacia.
Estudiantes supo dónde y cuándo golpear a un Banfield apesadumbrado por los malos resultados, un equipo sin rumbo. Sin ir más allá, cuando no había pasado mucho la visita aprovechó una distracción rival y se puso ventaja. A la salida de una pelota parada, el colombiano Mosquera (reemplazó a Domínguez) tuvo dos chances para definir ante Lucchetti: en la primera lo hizo mal, pero en la segunda no falló y el arquero tuvo que ir a buscarla adentro.
La visita no necesitó monopolizar el control de la pelota para dominar por competo el desarrollo. Dejó que Banfield gastara energías mientras chocaba contra sus propias limitaciones. Lo presionó y lo maniató lejos de su arco, al punto que los locales casi ni preocuparon a Andújar. Encima, en el complemento perdieron a Schmidt, por doble amonestación.
Y cuando se lo propuso, el campeón lo remató: Sosa encabezó un contragolpe y dejó a Pavone cara a cara con Lucchetti, el nueve resolvió por debajo del cuerpo del arquero y colocó el 2-0.
Sin brillar, Estudiantes exhibió firmeza y criterio colectivo. No acusó en absoluto la derrota frente a Boca ni extrañó a Verón. Todos corrieron y metieron hasta el final del partido, pese a que la historia ya estaba resuelta desde antes. El campeón volvió a jugar como tal y está preparado para dar pelea otra vez.
Fuente: TyC Sports.
