Buonanotte se despistó por agua de lluvia sobre la ruta

Por su parte, el fiscal de Junín Carlos Colimedaglia, a cargo de la causa, aguarda los resultados finales de estudios de sangre y accidentológicos para definir las responsabilidades en el hecho, al tiempo que el padre del jugador "millonario" sostuvo que su hijo pregunta permanentemente por quienes lo acompañaban. Fuentes policiales informaron hoy a Télam que los expertos de la Delegación Junín de la Policía Científica ya arribaron a una conclusión preliminar en su estudio sobre el lugar del accidente, en la ruta 65. De acuerdo a los peritos, donde se accidentó el Peugeot 307 de Buonanotte, había charcos de agua de hasta tres centímetros de profundidad que pudieron haber desestabilizado el vehículo. Una fuente policial explicó a Télam que "la calzada está hundida por el paso de los camiones que, por su peso, dejan como una huella en el asfalto y allí, cuando llueve, se acumula el agua". Además, comentó que los peritos determinaron que el auto colisionó contra dos árboles y que al hacerlo contra en el segundo, el auto "se abrazó" y se deformó como una herradura. Los expertos también ya se contactaron con los fabricantes del Peugeot para analizar la computadora del auto. "Esa computadora en ocasiones puede servir como una caja negra y estamos tratando de determinar si quedó registrada la velocidad a la que circulaba en el momento del accidente", dijo el informante. Por su parte, el fiscal Colimedaglia dijo que en este caso se van a hacer "los exámenes de rutina que se hacen en todos los accidentes de tránsito". "Se saca sangre de rutina para ver si existe alcohol o no", indicó el fiscal, que precisó que las muestras del futbolista y sus amigos fueron llevadas hoy a los laboratorios de la ciudad de La Plata, por lo que estima que entre mañana y pasado estén los primeros resultados. Sobre la velocidad a la que circulaban el auto, Colimedaglia dijo que "no se puede determinar hasta tanto se expidan los peritos accidentológicos y se hagan algunos exámenes en el auto". Respecto de la mecánica del accidente, el fiscal ratificó que "no aparece para nada un segundo vehículo involucrado" sino que todo indica que se trató de "un despiste". Finalmente Colimedaglia explicó que la situación procesal de Buonanotte dependerá de los resultados de los peritajes. "Más allá de que conduzca o no con alcohol en sangre, lo que se determinará acá es la pericia o impericia que tuvo en el manejo, si hubo o no negligencia en el manejo o si hubo un caso fortuito que hizo que esto sucediera, así se va a determinar si existe responsabilidad penal o no en el siniestro del conductor del vehículo", concluyó. Buonanotte continuaba esta tarde internado en terapia intensiva en el sanatorio Los Arcos del barrio porteño de Palermo, donde el médico de River, Héctor Cavallieri, dio el ultimo parte sobre el estado de salud. "Lo que más lo complicaba era la evolución pulmonar. De ayer a hoy, la verdad es que nos asombramos porque fue una evolución excelente", dijo el médico. "En 24 o 48 horas, si todo sigue así, es muy probable que pase a piso", señaló Cavallieri respecto a la posibilidad de que el volante de River deje la terapia intensiva. En tanto, Mario Buonanotte, padre del futbolista indicó: "El último informe de los médicos fue satisfactorio, el tema más preocupante es el de los pulmones". "Después viene lo más difícil, la parte psicológica, que realmente es tremenda. Lamentablemente, (Diego) hace preguntas para las que no tenemos respuesta con respecto a sus amigos. Eso es muy triste, pero para eso hay gente profesional que está trabajando", agregó el padre del jugador de River. "Las preguntas son casi permanentes. El era amigo de sus amigos. Nosotros todavía no salimos de la sorpresa. Yo creo que el destino le jugó en contra a todos estos chicos", agregó. El accidente ocurrió el sábado a las 6.45, sobre la ruta 65, camino a Teodelina, Santa Fe, cuando Buonanotte (21) chocó en su auto, acompañado de sus tres amigos, Alexis Fulcheri (21), Emanuel Melo (21) y Gerardo Suñé (24). Los restos de los tres jóvenes fueron inhumados ayer a las 11, en el cementerio municipal de esa localidad santafesina, donde residen 7.500 habitantes y se decretaron dos días de duelo.