Argentina ganó, pero sin convencer

El partido se jugó en un repleto estadio Monumental, con un mal arbitraje del boliviano René Ortubé, quien cobró todas las jugadas dividas para Argentina y no sancionó un claro penal a favor de Colombia, sobre el final del primer tiempo. Con este resultado el seleccionado argentino suma 22 puntos en la eliminatoria sudamericana y salga como salga ante Ecuador, seguirá estando clasificado hasta ahora en forma directa al mundial de Sudáfrica 2010. En cambio, los colombianos quedaron con 14 unidades y sus chances de clasificar al mundial cada vez son más complicadas. El equipo de Diego Maradona jugó mal, fue impreciso, no tuvo fútbol y con un acierto del “Cata” Díaz en el área rival ganó el partido. El tanto fue prácticamente lo único que hizo a nivel ofensivo serio en todo el encuentro. La gente fue a ver a Lionel Messi, ausente sin aviso, al igual que Sergio Agüero y de los chiquitos sólo algo de Carlos Tevez puede rescatarse en los 90 minutos de juego. Argentina empezó el partido como para “comerse crudo” a Colombia, presionando en todos los sectores del campo, parándose en campo rival y con Javier Mascherano, quien sumó hoy la segunda tarjeta amarilla y se perderá el choque ante Eduardo, parado más cerca del área contraria que del mediocampo. Pero a esa propuesta de presión del seleccionado argentino fue contrarestada por Colombia con un juego de pelota al pie, sin vértigo, con criterio y cuando podían salían rápido a buscar el arco argentino. Desde el criterio de Fabián Vargas, la velocidad de Camilo Zúñiga, la movilidad de Falcao y el acompañamiento del resto, Colombia manejó los tiempos de la etapa inicial, generando las mejores situaciones de gol. El conjunto de Eduardo Lara tuvo varias chances de abrir el marcador, pero le faltó la puntada final, acertar dentro del área todos los desbordes que conseguía, sobre todo por el lado de un endeble Gabriel Heinze. La más clara que tuvieron los colombianos en el primer tiempo la dispuso Wason Rentería, quien en el mano a mano con Mariano Andújar le apuntó al arquero, quien evitó la caída del arco argentino. El seleccionado argentino, a todo esto, deambulaba sin sentido dentro de la cancha, sin habilitar lo necesario a Lionel Messi, con Carlos Tevez corriendo por todo la cancha pero jugando a nada y así las cosas se complicaron. Para colmo, Juan Sebastián Verón se paró como enganche, se tiró a los costados, pero nunca encontró la pelota y cuando la tuvo no fue preciso. Sobre el final de la primera etapa el árbitro boliviano no sancionó un claro penal de Jonás Gutiérrez a Zúñiga, generando la indignación de los vestidos de amarillo. En toda la primera etapa el seleccionado argentino no tuvo ningún remate franco al arco defendido por David Ospina y si no anuncia que Sergio Agüero salió lesionado para que entre Diego Milito cualquiera pudo haber pensando que fue un cambio táctico, porque el “Kun” no tocó la pelota. En el segundo tiempo el seleccionado argentino salió con otra actitud, pero con los mismos defectos, porque carecía de profundidad, le faltaba juego y sólo Mascherano y Tevez entendían el camino, abriendo la pelota para los costados. Los colombianos bajaron en la etapa final la intensidad y eso lo aprovechó Argentina, sin ser una maravilla ni mucho menos. Cuando el partido merecía el cero que tenía apareció un tiro libre ejecutado por Messi, que pegó en el ángulo derecho del arquero y dos minutos después llegó la apertura del marcador, con el gol marcado por Díaz, luego de aprovechar una “peinada” de Martín Demichelis. El 1-0 le quedaba muy grande al seleccionado argentino y más cuando comenzó a reaccionar Colombia, que siguió perdiendo goles, como una chance clara que tuvo Zúñiga, quien no le acertó al arco. El trabajo de Freddy Guarín en el medio también fue clave para que Colombia complique mucho al seleccionado argentino, pero los visitantes no concretaron en el área todo lo que generaban. El cambio que hizo Maradona de Nicolás por Burdisso por Tevez, a siete minutos del final, dejó a las claras que había que defenderse porque si durante 83 minutos los argentinos no tuvieron fútbol no lo lograría en lo que restaba. Argentina ganó, pero jugó mal, no despejó las dudas que quedaron después de la derrota en La Paz y ahora tendrá que ir a la altura de Ecuador a intentar cambiar la imagen, algo que parece por demás complicado.