Domingo 30 de Junio de 2019, 16:34

La historia detenida en el tiempo

Sociedad | En un nuevo aniversario de la ciudad de Basavilbaso, evocar el pasado y traerlo a la memoria es acrecentar su acervo cultural, signado por los caminos de acero y la inmigración.


[b]Por: Profesora Silvina Alejandra Pérez[/b] Hoy quiero centrar la atención en la vida ferroviaria, y en especial en una de sus organizaciones obreras, que allá por el año 1917 se hallaba constituida en nuestra localidad, y dejara su impronta en el breve lapso de su existencia: la [b]FEDERACIÓN OBRERA FERROVIARIA- Filial Basavilbaso[/b]. Esta entidad gremial fundada a nivel nacional agrupaba a los trabajadores de la Sección Tracción, Vía y Obra y demás obreros dando paso en la década del 20 a la Unión Ferroviaria. Acerca de esta entidad no se tenían referencias locales, dato que sale a la luz precisamente a través de la reconstrucción de la vida institucional de la Biblioteca Luz Obrera, en cuyo archivo se encuentran datos fehacientes que permiten afirmar la íntima relación con esa entidad cultural. Hasta el momento no es posible precisar el año en que se constituyera en nuestra comunidad, debido a la ausencia de nuevas fuentes históricas. A principios de siglo XX, nuestra ciudad contaba con un gran número de trabajadores del riel, dado el movimiento generado por la empresa en este punto neurálgico de la provincia de Entre Ríos, polo de atracción, prometedor de trabajo y progreso. Recordemos que el ferrocarril estaba bajo la órbita de los ingleses, quienes tenían un régimen de trabajo muy estricto. Los jefes, de apellidos ingleses como Coward, Gordon, Turner, entre otros constituían un grupo social privilegiado de la sociedad basavilbasense, que prácticamente no se involucraba con otras instituciones, a excepción del Club Social, del cual eran socios, nucleando a una élite. Sus casas estaban ubicadas en actual barrio ferroviario y el Caminito de los Gatos (construido recién para 1936) lindero a la antigua estación (hoy Punto Digital), habitaban en un barrio cerrado y exclusivo, con cancha de tenis y piscina. Unas realidades muy distintas vivían los trabajadores, el desarrollo y expansión del movimiento obrero en reclamos de legítimas reivindicaciones laborales y la expansión de las ideas socialistas, llevaron a aquellos hombres más osados y decididos a involucrarse en la actividad gremial, para luchar por la defensa de su fuente laboral y la conquista de mejores condiciones. De allí surgen La Fraternidad (Sociedad de Personal Ferroviario de Locomotoras) institución centenaria y pionera en las luchas sociales que nucleaba a los maquinistas y foguistas, con un status social superior y la F.O.F. (Federación Obrera Ferroviaria) que reunía al resto del sector. A manera ilustrativa, y para que podamos dimensionar de alguna manera aquellos tiempos, cuando ocurría algún accidente los maquinistas eran suspendidos sin la debida investigación del hecho, muchas veces producidos por fallas mecánicas, los huelguistas eran separados de sus puestos y luego despedidos de la empresa, la cual para garantizar la salida del tren con su característica “puntualidad inglesa” reemplazaba a los conductores con personas que no eran idóneas, poniendo en peligro a los viajeros. Los salarios percibidos por la gran masa obrera eran bajos, con extensas jornadas laborales, sin dejar de mencionar como moneda corriente el destrato que recibían por parte de los superiores, algunos de los cuales no manejaban correctamente nuestro idioma. Otro dato que no resulta menor, es que una gran mayoría del universo ferroviario estaba conformado por personas de escasa instrucción, muchos de los cuales eran analfabetos, ingresados al mundo laboral a temprana edad. Los periódicos de los primeros años del 1900 ya denunciaban públicamente el mal estado de las vías en algunos tramos, y la falta de mejores servicios para quienes operaban a diario con el ferrocarril, como por ejemplo los horarios acotados para retirar y embarcar mercaderías que no resultaban favorables para los comerciantes, las dificultades para establecer comunicación con la estación, la vigilancia de los galpones de carga que resultaba insuficiente, la falta de comodidades para los viajeros, la insuficiencia de sanitarios para uso de los operarios, en fin, lo que hace al quehacer cotidiano. Tengamos presente que el movimiento económico era exclusivamente a través de este medio de transporte, constituyendo un monopolio y la llegada de los productos de los diferentes rubros se hacía por tren, desde aquellos de primera necesidad, hasta las cosechas, los materiales de construcción y la correspondencia, entre otros. El ferrocarril estaba presente en cada momento de la vida del pueblo, y todo giraba en torno a él. La estación era un lugar social por excelencia de permanente circulación de personas. La gran huelga del año 1912 tuvo como consecuencias el despido masivo de los empleados que se plegaron a la misma. En 1917 también se produjo una situación similar, fueron necesarias medidas de fuerza para hacer oír los reclamos. Ambos gremios, La Fraternidad y la Federación Obrera Ferroviaria se unieron a nivel nacional (conservando su autonomía) en la defensa de legítimos reclamos a través de la “Solidaridad Ferroviaria” haciendo causa común para una lucha mancomunada. Esa fusión se dará también en nuestra localidad, dato que aparece registrado en las actas de La Fraternidad local conformándose una Comisión Mixta y tomando medidas de acción directa que consistían en detener la marcha de los trenes por medio la realización de huelgas a fin de ejercer presión ante la patronal. Estas se desarrollaron durante los meses de septiembre y octubre de dicho año adquiriendo un carácter nacional y culminaron con un resultado favorable para los trabajadores del riel. Ese sentimiento de cooperación y colaboración mutua entre ambas entidades surgirán a raíz de la necesidad de concentrar fuerzas, teniendo como fin último trabajar en conjunto “…para que la solidaridad del gremio sea así una tangible realidad en las luchas para la redención proletaria”. [b](1)[/b] En oportunidad de haberse tomado medidas de fuerza por la suspensión de cuatro guardas e iniciada las negociaciones, los fraternales registrarán: “… la Presidencia encomienda al Empleado Social trasladarse al local contiguo de la Federación, y les redactará la nota que debía* firmar ambas comisiones en dos copias de un mismo tenor para entregar a la superioridad las condiciones de la reanudación del servicio, la que fue presentada por el Presidente y Secretario de la C.E. y Secretario General y de actas de la Federación, siendo las 15 y 40 firmada en la Oficina de la Estación…” Siendo las 15.50 hs. los representantes de los trabajadores ponen en conocimiento a la Asamblea lo acaecido, “… siendo esta interrumpida por las manifestaciones de la Federación que en ocasión del triunfo, quería expresar a los compañeros de nuestra entidad, que duró por un espacio de 10 minutos..., una vez apaciguados los ánimos la Presidencia dirije* la palabra a un grupo de más de quinientos ferroviarios”. Una vez culminada la sesión pasaron a la vía pública para perpetuar ese glorioso momento con una fotografía. [b]2[/b] Geográficamente para 1920 ambas entidades estaban ubicadas una contigua a la otra, sobre la actual calle Ramírez. La F.O.F. alquilaba un local en esa arteria a Samuel Golstein, cuya propiedad era donde funcionó por años la Municipalidad, a pasos de calle Saenz Peña y según investigaciones anteriores los fraternales tuvieron su sede en un local sobre Ramírez. La F.O.F. fue la institución que posibilitó la creación de Biblioteca Popular Luz Obrera, otorgando un aporte dinerario inicial y prestando sus instalaciones para ubicar la naciente institución hasta 1921, año en que se traslada a un local alquilado. [img="5d192e5da1d2a.jpg"]Imagen de obreros ferroviarios en una locomotora a vapor. (Archivo Museo Ferroviario)[/img] La solicitud de socio reza “Auspiciado por la F.O.F.” Como dicho local sufrió un incendio, allí se perdió el primer libro de actas de la biblioteca “criolla”. Los primeros pasos se deben al apoyo proporcionado por la Federación Obrera Ferroviaria a sus fundadores, la mayoría de extracción socialista, quienes propiciaron un lugar cultural para la lectura y el aprendizaje de conocimientos teóricos-prácticos para sus asociados, y toda la comunidad. En sus inicios el 50% de la comisión debía pertenecer a las filas de la F.O.F, siendo esta una condición sine qua non. El acta fundacional así lo testimonia y es el documento clave en el cual se basa esta investigación, reconociendo así con justicia a otros actores sociales que dejaron su huella en la Capital de los Trenes. En el año del Centenario de Biblioteca Popular Luz Obrera, quiero destacar que su vida institucional hoy nos permite correr el velo y conocer otra faceta de nuestro ayer. Hoy esa luz continúa brillando en el cielo de Basavilbaso, así lo soñaron sus fundadores, muchos de los cuales formaron parte de la entidad que hoy quiero evocar en esta publicación. Homenajear a quienes nos precedieron es un acto de reivindicación histórica. [img="5d192e8c331a4.jpg"]Comprobante de pago correspondiente a la encuadernación efectuado por B. Nevler de 27 libros, confeccionado en una hoja con membrete de la Federación Obrera Ferroviaria (F.O.F.) [/img] Este gasto se encuentra asentado en el libro de Tesorería el 31 de marzo de 1920 (comprobante N° 22). Archivo Luz Obrera. [img="5d192ec686e29.jpg"]Archivo Memorias de mi pueblo- Biblioteca Luz Obrera. Gentileza Sra. Zuli Scabini. [/img] [b]1-[/b]Primer Libro de Actas de La Fraternidad- Acta del día 29 de octubre de 1917, Folio N° 26 - Archivo La Fraternidad Basavilbaso. [b]2-[/b]Ibidem - Acta del día 9 de junio de 1920- Folio N° 111 - Archivo La Fraternidad Basavilbaso. *Sic del original. Acta fundacional- 23 de agosto de 1919. Archivo Biblioteca Luz Obrera. Comprobante de pago. 1920- Archivo B. Luz Obrera.