Lunes 29 de Junio de 2020, 20:08

Urribarri destacó la cooperación con Israel

Política y Economía | El embajador argentino en Israel, Sergio Urribarri, destacó el objetivo de "profundizar la relación política, económica y cultural" entre Argentina e Israel y adelantó que ya están trabajando en la era post pandemia para detectar "nuevas oportunidades" comerciales.


En una entrevista con Télam desde Israel, el Embajador resaltó que la ventaja es que Argentina e Israel están unidos por una relación "espontáneamente profunda", al hablar del trabajo que realizará para "alentar y promover" ese vínculo en todos sus aspectos: político, económico y cultural.

Pero también agregó que, en particular, buscará "desarrollar la cooperación en las áreas científicas y tecnológicas en las que Israel se destaca".

El ex Gobernador entrerriano, que llegó a Israel como titular de la sede diplomática a comienzos de junio, también adelantó que en su misión buscará organizar capacitaciones para la certificación kosher.

"En este contexto de pandemia, estamos analizando lo que será la eventual nueva normalidad y, aunque el futuro hoy parece impredecible, surgen oportunidades y necesidades que tenemos que detectar”, dijo.

-Embajador Uribarri, ¿cómo fue su llegada a Israel y el inicio de su misión diplomática?

-Llegué el 4 de junio y tuve que estar en aislamiento 14 días. Pero una vez en contacto con el equipo de diplomáticos de la embajada empezamos a diseñar nuestra agenda de trabajo. Ya comenzamos con reuniones presenciales y la semana pasada fui recibido por Modi Ephraim, director de América Latina de la Cancillería israelí. Inauguramos un diálogo fructífero para fortalecer las relaciones bilaterales en distintos planos.

Mi agenda sigue con visitas a universidades, encuentros con argentinos residentes en Israel, con políticos, con profesionales, con intelectuales y, por supuesto, con empresarios.

El jueves estuve con Eduardo Elsztain, empresario argentino líder del grupo IDB con negocios y actividades en Israel desde hace casi una década en el sector de retail, en telecomunicaciones, aviación civil y negocios inmobiliarios, entre otros rubros.

Fue muy interesante. Analizamos iniciativas que pueden concretarse únicamente mediante la cooperación entre el sector empresario, el sector académico y el Estado, y éste es un factor esencial. Hay muchísimo trabajo por delante y la recepción viene siendo excelente.

-¿Qué le encomendaron el presidente Fernández y el Canciller Solá?

-Profundizar la relación política, económica y cultural con un país estratégico en la arena global como es éste, y en particular desarrollar la cooperación en las áreas científicas y tecnológicas en las que Israel se destaca.

Nuestro país cuenta con la comunidad judía más numerosa de América latina y la sexta o séptima del mundo, y en Israel está radicada una numerosa comunidad argentina, cuyos miembros ocupan lugares prominentes.

Este dato tiene un peso difícil de transmitir a quienes aún no conocen el país. La calidad de los profesionales argentinos es muy valorada en Israel y, unido al tamaño de la colectividad judía en la Argentina, hace que nos unan lazos muy fuertes.

Ese es un recurso que debemos capitalizar, forma la base de una relación que es espontáneamente profunda y que desde el gobierno y la embajada debemos alentar y promover.

-¿Cuáles serán los ejes de la política comercial que habrá con Israel en los próximos 4 años?

-Fortalecer el comercio entre ambos países es uno de los ejes centrales del trabajo. A nadie escapan los problemas de nuestra economía, agravados por la pandemia, y desde cada embajada en el exterior tenemos que sumar para fortalecer el ingreso de divisas a través de las exportaciones.

Argentina le vende a Israel carne vacuna (enfriada y congelada), pescado congelado y otros agroalimentos: jugos de cítricos, residuos de la soja, porotos alubia, garbanzos, etc.

Se trata de un rubro tradicional de exportación nacional y existe gran interés por los alimentos envasados también provenientes de Argentina.

La intención es aumentar el volumen de cada uno de estos esquemas de negocios, conectar a los actores y solucionarles cualquier complicación. Es lo que hicimos, por ejemplo, con el dispositivo de la llegada de rabinos para certificar carne kosher en plantas frigoríficas argentinas, que viajan habitualmente, pero no podían hacerlo por la pandemia.

De esta manera se pudieron retomar las operaciones que habían quedado en suspenso por la crisis sanitaria. Además, vamos a trabajar para abrir el mercado a nuevos productos y para ello sondeamos permanentemente a los importadores locales, para oír sus demandas, que transmitimos de inmediato a la Argentina.

Hemos detectado oportunidades para alimentos orgánicos, un sector en crecimiento en nuestro país y el mundo, en sésamo, arándanos, choclo en lata, pasta de quinoa, yerba mate, etc. lo cual no sorprende, pero también en turbocompresores para vehículos y cerraduras.

También estamos trabajando junto a la Federación de Cámaras de Comercio de Israel en una publicación digital dedicada a oferta exportable argentina y propusimos a Cancillería la organización de rondas de negocios virtuales entre exportadores de nuestro país e importadores israelíes.

Por otra parte buscamos impulsar la organización de una capacitación sobre obtención de certificación kosher. En este contexto de pandemia, estamos analizando lo que será la eventual nueva normalidad y, aunque el futuro hoy parece impredecible, surgen oportunidades y necesidades que tenemos que detectar.

-¿Qué se hará en materia de cooperación con empresas de tecnología?

-La transferencia de tecnología es otro de los ejes de nuestra misión, atento a que Israel es un país señero en el mundo en esta materia. Pensamos en copiar y traducir, es decir adoptar inteligentemente todos aquellos avances e innovaciones que resulten útiles para la Argentina en áreas como agricultura, ciencia y tecnología, salud y educación, entre otras.

Sobre este aspecto puntual ya comenzamos a charlar con el director Ephraim, con quien coincidimos en la necesidad de dar contenido a acuerdos que ya existen entre ambos países.

En 2017, el Ministerio de Producción de la Nación y la Autoridad para la Innovación de Israel firmaron un acuerdo para impulsar el desarrollo de productos con contenido tecnológico por parte de empresas de ambos países, que en realidad revitalizó uno previo, de 2008.

En ese marco, se implementa un programa en el cual una empresa israelí y una argentina presentan una propuesta conjunta para el desarrollo o comercialización de un producto o servicio que requiera nuevas tecnologías y cada empresa accede a financiamiento en su país. Es una iniciativa valiosa y hay que darle continuidad.

En Israel, todas las universidades, instituciones de investigación e institutos tecnológicos poseen departamentos de transferencia de tecnología, encargados de patentar y comercializar los avances obtenidos de la investigación científica, los cuales son llevados al mercado. Queremos promover y facilitar el contacto entre estas unidades y sus equivalentes en Argentina.