Miércoles 17 de Enero de 2018, 19:36

"No a la violencia"

Política | El papa Francisco les pidió a los integrantes de esa comunidad que digan "no a la violencia" porque "termina volviendo mentirosa la causa más justa".


El Papa Francisco recordó hoy a "todos los que sufrieron y murieron" durante la última dictadura militar chilena, por quienes pidió un minuto de silencio, al encabezar una misa frente a pueblos de la Araucanía en Temuco, 600 kilómetros al sur de Santiago. El pontífice celebró una multitudinaria misa en el aeródromo de Maqueue, frente a miles de pobladores de la Araucanía, incluidos grupos de mapuches chilenos y argentinos. La celebración comenzó con un rito en lengua mapundungun por un grupo de indígenas, y luego el pontífice saludó "de manera especial a los miembros del pueblo mapuche, así como también a los demás pueblos originarios que viven en estas tierras australes: rapanui (Isla de Pascua), aymara, quechua y atacameños, y tantos otros". Francisco les pidió a los mapuches chilenos y argentinos, que digan "no a la violencia" porque "termina volviendo mentirosa la causa más justa" y los convocó a practicar una "política para la paz". "No se puede pedir reconocimiento aniquilando al otro, porque esto lo único que despierta es mayor violencia y división. La violencia llama a la violencia, la destrucción aumenta la fractura y separación", dijo el pontífice en su esperada homilía en Temuco. "Esta celebración la ofrecemos por todos los que sufrieron y murieron, y por los que cada día llevan sobre sus espaldas el peso de tantas injusticias", declaró Jorge Bergoglio, antes de pedir un minuto de silencio "ante tanto dolor y tanta injusticia". A la celebración dedicada a pueblos de la Araucanía asistieron mapuches chilenos y argentinos, a los que pidió rechazar la violencia y dedicarse a la construcción de la paz. La referencia a los crímenes cometidos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) anticipa el encuentro que tendrá el Papa mañana, en su última actividad en suelo chileno, cuando se encuentre "cara a cara" con dos víctimas del régimen militar en el aeropuerto de Iquique, antes de seguir viaje rumbo a Perú. Las palabras de Bergoglio se dieron luego de que organismos de Derechos Humanos denunciaran en las últimas semanas que el lugar funcionó como un centro clandestino de detención y tortura durante la época pinochetista. La Coordinadora de Derechos Humanos de La Araucanía, que engloba a más de 20 organizaciones como la Coordinación Nacional de Agrupaciones de Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos de Chile, había presentado sus quejas al gobierno de Michelle Bachelet apenas se supo el itinerario papal. La anterior visita de un papa a Chile había sido en 1987, cuando el entonces pontífice Juan Pablo II se reunió con PInochet en el Palacio de la Moneda el 2 de abril de ese año. El Papa hizo un fuerte llamado a dejar de lado los conflictos, pidió buscar "el camino de la no violencia activa, como un estilo de política para la paz". "Busquemos, y no nos cansemos de buscar el diálogo para la unidad. Por eso decimos con fuerza: Señor, haznos artesanos de unidad", los animó durante su segundo día de actividades en Chile, y antes de compartir un almuerzo junto a un grupo de pobladores locales, incluidos ocho mapuches. El Papa había iniciado su mensaje asegurando que "la unidad, si quiere construirse desde el reconocimiento y la solidaridad, no puede aceptar cualquier medio para lograr este fin".