Lunes 18 de Febrero de 2019, 04:35

"San José Obrero" tiene un nuevo párroco

Sociedad | El sacerdote Horacio Mogni tomó ayer posesión como nuevo titular de la parroquia local en una ceremonia que fue encabezada por el Obispo de la Diócesis de Gualeguaychú.


Durante una ceremonia concretada en la noche de este domingo, el Obispo Diocesano, Monseñor Héctor Zordán puso en funciones al nuevo párroco de "San José Obrero" de Basavilbaso. Se trata del Presbítero Horacio Mogni, quién desempeña su servicio pastoral (hasta el 3 de marzo) en la parroquia del "Sagrado Corazón de Jesús" de Urdinarrain y -desde la mañana de este domingo- en "San Miguel Arcángel" de Villa Mantero y "San José" de Gilbert. El Obispo ingresó -en procesión- al templo parroquial junto al Párroco saliente, Raúl Laderach; el entrante, Horacio Mogni y los Sacerdotes Raúl Benedetti (hasta ahora párroco en la Catedral); Oscar Bourlot (hasta ahora párroco en Santa Anita) y Ezequiel Escobar. El templo lució colmado de vecinos, a los que se sumaron fieles provenientes de las distintas comunidades parroquiales de la zona (San Justo, Pronunciamiento, Gilbert y Urdinarrain) quienes llegaron para participar de la celebración eucarística y dar la bienvenida a quién será desde ahora el guía espiritual en la parroquia de Basavilbaso, las capillas de Libaros, Rocamora y Basavilbaso. En el inicio de la Santa Misa un vecino, en representación de la comunidad saludó al párroco, transmitiendo el compromiso de trabajar conjuntamente con el objetivo de "fortalecer el crecimiento espiritual de nuestra parroquia en la fe, la caridad y en la unidad". Asimismo dijo que terminada las formalidades "seguramente le vamos a decir "Padre", aspiramos y confiamos en que todos lo trataremos como padre", y que "lo recibimos con los brazos abiertos, y esperamos que sea entre nosotros pastor, hermano y amigo". La ceremonia continuó con la lectura del Decreto de designación del nuevo párroco, y después el Obispo hizo entrega a Mogni de las llaves de la Parroquia y sus dependencia; le tomó la profesión de fe y el juramento de fidelidad, promesas que hizo el del día de su ordenación sacerdotal. Entre los ritos el Obispo hizo entrega de los los óleos consagrados, una Estola y bendijo el agua de un recipiente que le entregó al nuevo párroco que recorrió el templo y con la que roció a la asamblea como signo de ser pueblo de bautizados. Y antes de la proclamación del Evangelio Monseñor Zordán puso en manos del nuevo párroco el Evangeliario. El Padre Horacio hizo la lectura del Evangelio, y el Obispo ofreció la Homilia, durante la cual reflexionó sobre las numerosas maneras que se ofrecen para ser feliz, mientras Jesús "nos ofrece una manera nueva y distinta...". Promediando la ceremonia el Obispo hizo entrega al nuevo párroco de la llave del Sagrario, donde se reserva el Santísimo Sacramento, y pidió que cuidara de que la luz, "que permanezca encendida para señalar la presencia del Señor". El Padre Horacio dirigió un mensaje con palabras sencillas, breve y a la vez claro. "Es un nuevo desafío en el camino de la vida sacerdotal, pero también un motivo para dar gracias a Dios porque quiere seguir usándonos como instrumento de la gracia para ser dispensadores de los misterios que Él nos ha confiado. Y este camino que comenzamos hoy a recorrer quiero que lo hagamos todos juntos, como dice el Papa Francisco: "que nadie se sienta excluido", una comunidad de puertas abiertas y donde todos tengan su lugar". "Hoy están viviendo algo importante en la comunidad, despidiendo al Padre Raúl, quien durante 17 años los acompañó", dijo el Obispo y al agradecerle por su tarea la comunidad le ofreció un cerrado aplauso. Seguidamente Monseñor Zordán destacó que la disposición del Padre Horacio, que no solo estará al frente de "San José Obrero" sino también de "San Miguel Arcángel" (Mantero) y "San José" (Gilbert), y aprovechó para hacer un llamado a la comunidad para alimentar las vocaciones. El Obispo aseguró que "Dios tiene reservadas gracias especiales para esta comunidad, Dios los cuida de un modo particular en estos días...quiere estar cerca de Ustedes de un modo especial, es un momento lindo, de riqueza...un momento fecundo". "Es verdad que alguien al que Ustedes quieren deja de vivir entre Ustedes, pero cuando un sacerdote se va no es que perdemos un amigo sino que de algún modo el corazón del sacerdote se ensancha para recibir nuevos amigos , y cuando un sacerdote viene pasa exactamente lo mismo...y por eso mismo es un momento de gracia, de bendición, especial para la comunidad cristiana. No dejen pasar este momento!", exclamó.