Martes 4 de Septiembre de 2018, 13:52

"La paz que uno siente es sobrenatural"

Sociedad | La mamá del Giuliano Rosso agradeció a todos los el apoyo a su familia en el momento más duro; asegura que los órganos de su hijo dieron oportunidad de salvar vidas.


El viernes 27 de julio, aproximadamente a las 18:15, Giuliano Rosso salió de su trabajo -en una granja de la zona rural de San Marcial (Departamento Uruguay)- al encuentro de su papá, mientras se dispuso a hacer dedo, a la vera de la Ruta Provincial N° 20, donde ocurrió una verdadera fatalidad. El joven caminaba por la banquina, y después que pasó un camión subió a la cinta asfáltica sin percatarse que de Norte a Sur se desplazaba un camión, Volkswagen 17250, de la empresa César Hildt de Colonia Los Ceibos, con tolva (cargada de alimento para aves). El conductor del vehículo tiene domicilio en Concepción del Uruguay, quién habría tratado de evitar al muchacho, lo que pudo hacer parcialmente, ya que el guardabarros derecho del camión golpea a Rosso, y el desplazamiento del pesado vehículo hacia el centro de la cinta asfáltica provocó que la parte posterior diera casi de lleno en la cabeza del basavilbasense. El camionero logró detener su marcha a unos 250 metros, pero -debido a que la banquina estaba blanda- resolvió avanzar unos 300 más. Cuando consiguió parar en un lugar que no presentara riesgo, se dirigió presuroso al lugar donde estaba Rosso, quien además fue socorrido por personas que circunstancialmente pasaban por el lugar y que convocaron la presencia de una ambulancia. Luego llegó el papá de la víctima, que se sumó a las tareas de socorro percatándose en momentos en que ya estaba en la ambulancia con su hijo herido. En el hospital “Sagrado Corazón de Jesús” de Basavilbaso hicieron todo lo posible para que, a pesar del grave traumatismo de cráneo, con pérdida de masa encefálica, pudiera tener una chance en un centro asistencial de mayor complejidad. En el hospital de Concepción del Uruguay Rosso peleó como un león, pero lamentablemente ocho días después, en la tarde del sábado 4 de agosto, aproximadamente a las 16, los equipos a los que estaba conectado ya no se registraron actividad cerebral. En medio del dolor los padres, respetando la decisión que en vida había tomado Giuliano, informaron a los médicos que era donante y en ese mismo momento comenzó un complejo y extenso operativo que permitiría una ablación múltiple de órganos. Paola, la mamá del Giuliano, agradeció a todos, incluso aquellos que aún sin conocerlos le tendieron una mano en el momento más duro de sus vidas. "La paz que uno siente es sobrenatural", reconoció al saber que los órganos de su hijo dieron oportunidad de salvar vidas.